Tenía una idea rara de como hacer las cosas. Ya sabes, solo cuando te salgan. Escuchaba las cigarras y el tiempo lo marcaban los ciclos de la luna. Luego me pregunto por qué no termino de entender a las personas. Tenía un impulso dormido que salía solo durante los solos de guitarra y cuando te colocas tan cerca del altavoz que las notas del bajo te retumban dentro. Estoy a medio camino entre las grupies y los borrachos del final de la sala, pero tampoco me importa. Tenía las horas contadas, pero era terrible como cenicienta. Supongo que porque no te esperaba demasiado bien. Total, no estás ahora, ya me dirás tú que importa que llegues o no mañana. Tenía una canción desanimada y una tristeza ignífuga que, para colmo, sabía nadar. Hay bares, pero yo prefiero los antros, porque es la falta de amor lo que termina por llenarlos.