Déjame adivinar;
soy demasiado buena para ti,
soy una tía legal,
de puta madre,
te flipa reírte tanto conmigo
y lo pasas tan bien cuando estamos juntos
como si estuvieras con cualquiera de tus colegas
y eso es genial
porque no te ha pasado con muchas antes.
Te he hecho sentir muy bien
y soy una persona genial
a la que seguro
le esperan muchas personas buenas
y muchas cosas buenas
que llegarán pronto,
ya lo veré.
Y mientras me dices todo esto
yo sonreiré
y no me atreveré a decirte
-porque no merece la pena-
que esta mentira te la cuentas a ti
y no a mi
porque yo ya he sido la segunda opción
de más gente de la que debería
que se ha ido por donde vino
-justo como tú-
yo he sido estupenda
pero no o suficiente
o he sido la locura
de un sábado por la noche
de más nombres
de los que puedo recordar.
Tú te vas
yo me quedo sola
-otra vez-
y pides que me crea todo lo que me dices.
Ya.