contigo

Pudo haberte pasado a ti. Tú también pudiste haberte muerto de amor, de ganas. Pudiste haber desaparecido como el humo cuando no fuera correspondido, cuando no hubiera corazón que se acompasara al tuyo. Cuando los ojos que buscabas no te devolvieran la mirada, cuando lo hicieran, pero de forma vacua, vacía. Cuando se cansaran de ti, cuando no hubiera más que melancolía. Pudiste haber sido tú el que saltara por la ventana, el que renegara de si mismo y del silencio ensordecedor que no se llena, que no se llena con nada. Cuando un , "si, bien, ¿y tú?" que sabías que no buscaba más que un quedar bien de plástico y una simpatía forzada. Cuando buscaras, buscaras, buscaras cada día un indicio de que habla de ti y no lo encontraras, sabiendo que no eres más que un fantasma, un espectro en la vida de alguien que no quiere (porque ni quiere, ni quiso, ni querrá) que seas nunca nada más que eso.
Pudo haberte pasado a ti, pero no te pasó.
Pudo haberte pasado a ti, pero me pasó a mi contigo.