Voy a ser sincera;
voy a decirte que te espero
no sé desde cuando
pero lo cierto es que
empieza a pesarme tu ausencia.
Voy a ser sincera;
no conozco tu cara,
no conozco tu pelo,
no conozco la forma que tendrás
de mirarme
ni de ladear la cabeza
como un cervatillo escuchando el viento.
No sé nada de ti,
no sé si te gustarán las mismas canciones tristes
ni las mismas novelas de misterio
ni las mismas copas
-vodka con limón y un poco de sangre.
Sé que te gustará follar
-eso sí-
y que reirás siempre sin preaviso.
Sé que comerás chocolate
y que nunca harás planes a corto plazo.
Que llegarás tarde casi siempre
y que te sentirás solo
-que casi siempre lo has hecho.
A lo mejor tienes algo de miedo
a no encontrar nunca a nadie
tan testarudo
tan extraño
y tan perro malo
como tú lo eres.
Te estoy esperando
y quiero pensar que tú también me esperas.
y me piensas
y me sueñas
y me inventas un nombre que
no tendrá nada que ver con el mío.
Sé que un día sucederemos
no sé cómo
ni se cuando
pero, ¡joder!
toda esta espera
habrá merecido la pena.