una balsa

Tengo mucho miedo de que me devore esta tristeza.
No sé si a ti te ha pasado
o si ni siquiera estás leyendo estas palabras vacías.
No sé si estás ahí fuera,
si tienes la mínima intención de escucharme
o si eres tan extraño como yo.
Me puedo pasar la vida huyendo en círculos de mi misma
sin atraparme ni nada,
me puedo pasar la vida follando en baños de bares
con gente que me mira sin ver las serpientes
que tengo en las vísceras.
Me preguntaré si ellos alguna vez han corrido en mitad del Báltico
pero no diré nada.
Me preguntaré si a ellos les han querido mal
y se han apagado de tanta lluvia ácida que es la pena que se precipita.
No diré nada.
Cuando digo algo todo el mundo se va
y estoy cansada de eso.
Voy a masturbarme y voy a dejar que el incendio se propague
no me va a importar llorar ni el miedo.
Voy a hacer como que no duele nada ser la opción equivocada por excelencia.
Voy a hacer como que no soy un alienigena
en un mundo
que no me pertenece.
Esperaré sin que se note que ojalá aparezca alguien que me pregunte por mis cicatrices,
por mi página porno favorita,
por la salsa que me gusta en los espagueti,
por cuanto rato tardo en la ducha.
Esperaré que no se note que mis fantasías sexuales están en el cielo
y que me conformo con un hogar en la noche
una cama que sea balsa
y alguien que se contente con calentarme las entrañas.
-por favor.







(imagen de