Me dices "chiquilla, tu cara no es tan bonita para el mal bicho que eres" pero me miras a los ojos cuando me quitas la ropa. Menuda incongruencia, pienso, pero no digo nada porque probablemente la cague. Son las doce y veintiséis y me pregunto qué hago con mi vida y cómo será amanecer con el mar de fondo. Son cosas absurdas que me vienen a la cabeza cuando me follas, muy de estar en otra parte cuando estoy contigo pero eso es bueno, ¿no? Que me lleves a las nubes ida y vuelta. Me revuelvo en mi misma y me digo, ay, corazón, qué mal me tratas. Qué más te dará enamorarte bien, por una vez, qué más te dará acertar con alguien que no sea ni demasiado bueno ni demasiado malo. ¿Vas a llorar ahora cada vez que sea julio y cada vez que veas unos ojos verdes? Debería darte vergüenza, con tanta vida a tus espaldas, seguir con estas tonterías.
Me pregunto si tú también piensas en otras cosas cuando te follo, pero no te lo pregunto porque no es políticamente correcto, y me da igual comerte la polla pero no quiero verte triste. Soy la sombra de otros cuerpos y eso lo sé, pero nos queremos de esa manera fugaz que es la única que en realidad puedo entender. ¿Estás haciendo un esfuerzo para no enamorarte de mi o te sale natural?¿Acabará otra muchacha más guapa y más tonta y más buena que yo siendo la sombra fácil de mis laderas escarpadas? No me gusta creer eso.
Me gustaría que tu felicidad no dependiera de mi. Por favor, no permitas que eso suceda.