Somos los guardianes de los árboles y estamos llenos de vida. Somos los guardianes de los árboles y tenemos el cielo sobre nuestras cabezas y tenemos la tierra bajo nuestros pies. Bebemos vino y leemos las estrellas y nos perdemos y nos encontramos. Cantamos canciones y escuchamos a los pájaros y nos acordamos a qué sabe el verde y a qué sabe el azul. Somos nosotros, los guardianes de los árboles, los que no tenemos miedo ya, los que recordamos, los que lloramos a nuestros muertos. Lejos de los castillos de frío cemento donde la humanidad se esconde, nosotros nos amamos y nosotros descubrimos nuestra piel y nosotros nos hacemos heridas y nosotros perdemos el aliento. Corremos con los lobos y no somos hombres, somos fieras.
Somos nosotros, los guardianes de los árboles.