Apple confirma que ralentiza los iPhone que aún funcionan a la perfección porque no le parece suficiente lo que nos gastamos en sus teléfonos. A nosotros tampoco y por eso seguimos comprándolos. Seguimos pensando que merece la pena, como ir a la universidad, casarse, comprar un piso, ser el último de tus colegas que se va a casa o conseguir echar un polvo con alguien medianamente atractivo en una noche de sábado de esas en las que hace un frío que te mueres. Pierdes el tiempo en las cosas -de mierda- que no sé si es mejor o peor que perder el tiempo con las personas -de mierda también- indebidas. Vemos una película y nos convencemos de que podemos cambiar el mundo en diez minutos, pero creo que esa es la magia del cine: "lo que podría ser pero no". Lo único que quiero decir es que no importa mucho cómo afrontes tu vida si sigues cagándola una y otra y otra vez. Me parece que lo importante son las decisiones que tomas y que te obligan a salirte de lo de siempre. O las veces que consigues no cometer el mismo error "de siempre", como volver una y otra y otra vez al puerto equivocado, o a la persona equivocada, que viene a ser lo mismo. No hay mapas que salven según qué quimeras y los monstruos están más dentro que fuera. Me estoy preguntando todo el día si en el momento de la verdad sabré salvarme del huracán que lleva tu nombre. Pero no creo.
Mi cara es mia,
mis manos son mías,
mi boca es mía
pero yo no lo soy.
Yo te pertenezco.