Tienes en el minibar
todos los alcoholes
que aclaran los ojos
y corroen el odio
pero no es suficiente.
Tienes dos centros comerciales enteros
para que te hagas con todo aquello
que tu alma requiere
y tu bolsillo se pueda permitir.
Tienes formas antes inimaginables
de conocer cómo funciona la vida
al otro lado del mundo.
Nos recriminan que no es suficiente
pero yo creo que no es el caso
de tener más -de todo, de nada-
sino que estamos intentando
llenarnos el corazón
con cosas que no son las adecuadas.