Nosotros teníamos la teoría
de que todo se cura con vodka y cerveza fría,
escuchábamos a Galeano
entonando su derecho al delirio
hablando de la mecánica de los abrazos
y repetíamos que "cada noche sería la última noche,
y cada día sería el primero".
Somos enfermos amorales, te decía
tú sonreías con más mala leche de la que los otros podían imaginar
y nadie entendía tampoco cómo funcionaba nuestra verdadera esencia.
No tenían ni idea
de que ese tick-tack era de una bomba de relojería
y el día que nos cansáramos de todo
no iban a quedar supervivientes al holocausto.
-¿Por qué todo lo que se hace por placer
acaba convirtiéndose en un crimen?-