a veces hablo de ti y pienso que hablo de mi
Alguna vez fuiste triste. Te dije "las chicas tristes son sexys" y me mandaste a la mierda. Tenías hasta una forma peculiar de mandarme a la mierda, como cansada, como errática. Me preguntaba si eras triste por mi o eras triste por otro y ni siquiera contemplé que fueras triste por ti misma. Y eras triste por ti misma. Imagino que necesitaba sentir que era la causa de algo en ti, de lo que fuera, la tristeza me pareció suficiente. Suficiente, qué estúpido, si toda tú eras tristeza. Si toda tú eras anhelante melancolía. Era eso, imagino, la melancolía. Te quemaba en los ojos cuando me quitabas la ropa. Pensaba, a lo mejor me quiere, a lo mejor sonríe cuando me quita la ropa porque me quita la ropa. Tal vez. Tal vez me quiere a mi y no otro chute. Como siempre, me equivocaba.