nunca te pregunto

Nunca te pregunto por qué te confundo tanto ni de donde viene tu huída a la desesperada por la carretera secundaria que soy para ti. No te pregunto por qué te arriesgas tanto en este juego y si algún día nos llevará a algún destino o si, por el contrario, simplemente estás apostando porque todos necesitamos de vez en cuando una descarga de adrenalina. No te pregunto si sabes todo lo que te he escrito hasta ahora ni qué tal estás ni qué te da miedo ni qué quieres hacer con tu vida. Te digo, por contra, que yo sí que sé que estoy perdida y me quedo en silencio, y te miro, y te sonrío, y me muerdo los labios y parpadeo y te beso y uso trucos sucios que te encantan, porque sé encantarte con el silencio adecuado. No te pido explicaciones, ni excusas, porque supongo que tengo miedo de que te vayas. No te pregunto por qué te alegras tanto de verme a veces ni si me echas de menos, ni si me recordarás dentro de unos años con una sonrisa en la boca. Si piensas en mi cuando te corres o si solo soy un agujero donde depositar lo que te hace temer el hacerte mayor. No te pregunto por "nuestra historia" porque no quiero escuchar que no existe "nuestra historia". No te pregunto si me quieres o no, porque sé que estoy deseando que alguien me quiera, pero me apena que no seas tú. Que la vida nos hizo llegar tarde el uno al otro y sé que ni siquiera estamos en la misma estación.
Sé que me lo debo a mi misma, pero qué le voy a hacer, si pienso que a ti también te debo unas cuantas cosas. 
Me da miedo saber si te importará que te diga adiós o si estás esperando una despedida que sabes que llegará tarde o temprano. Tengo miedo de ser menos de lo que de por si me creo y tengo miedo de perder algo bueno y tengo miedo de que esto sea todo lo bueno que puedo tener. 
A veces tengo miedo de todo lo que me entiendes y de lo poco que te comprendo.